Los vecinos del núcleo tinetense aúnan recursos y restauran la pequeña iglesia, con un retablo medieval de alto valor artístico.
«Que en estos tiempos juntemos 9.000 euros para rehabilitar la iglesia es digno de mención». Con estas palabras, los vecinos del núcleo tinetense de San Félix subrayan el esfuerzo que han realizado para acondicionar el pequeño templo de la localidad, que llevaba años en avanzado estado de deterioro. De hecho, entre las losas del suelo de la sacristía «empezaban a salir huesos de gente ahí enterrada», relatan.
Por eso, un pequeño grupo de vecinos se puso manos a la obra y, puerta a puerta, recabó donaciones de casi todos los habitantes del núcleo, unos 75, que posibilitaron contratar las obras de mejora. Como no podía ser de otra manera, la primera actuación se acometió en la sacristía, cuyo deteriorado suelo fue sustituido por losas de pizarra y sus ventana fueron mejoradas.
En el interior del templo, «se limpió la piedra, se renovó la pintura y se cambiaron las lámparas», enumeran los vecinos, quienes no olvidan reseñar que también se actuó en el exterior del edificio, recuperando el blanco de la fachada exterior.
No obstante, anotan que aún quedan mejoras por hacer.
No obstante, anotan que aún quedan mejoras por hacer.
Pero, para acometerlas, necesitan la intervención de las administraciones. Así, confían en que la Consejería de Cultura pueda subvencionar la restauración del retablo del Cristo, de origen medieval, que se conserva en uno de los laterales del templo de San Félix, y que el Ayuntamiento de Tineo contribuya a adecuar el entorno.
El objetivo, según exponen los vecinos, es adecuar el pequeño sendero perimetral de la iglesia, a fin de «podamos celebrar la procesión del Sacramento como se debe», e instalar algún banco para ensalzar el conjunto.
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